Os presento a Mr. Más Feo Que Pegarle A Un Padre El Día Del Padre (para abreviar, le llamaremos Mr. Feo, ¿vale?)
Lo mío con Mr. Feo no tiene nombre. Éramos amigos, se "pilló" de mí. Yo llegué a sentir algo... pero nunca hemos tenido nada. Decidimos seguir como amigos pero...¿cuál es el problema? Que Mr. Feo es un envidioso. ¿Que vivo en un piso de estudiantes que paga mi madre? Soy una mantenida de mierda. ¿Que no voy a curso por año -mi carrera es Derecho e ir a curso por año es bastante difícil-? Soy una vaga de mierda. ¿Que ligo bastante -mientras él es un chico bastante feo que conoce a las chicas por el chat del Terra-? Soy una puta zorra.
Anoche tuvimos the last bronca y... ¡hasta aquí hemos llegado! Le dije que se compre un perro al que tocar los huevos y me dijo "¡si si, seguro que ese perro es capaz de llevar Derecho a curso por año!"
Pues se ha cagado la perra... Le he escrito un mail y le he puesto...He ido a joder, a por sus puntos débiles, que afortunadamente me los conozco al dedillo.
Esto me hace pensar en las relaciones. Cuando una "relación" (lo entrecomillo porque en este caso jamás hubo relación) se acaba o no sale bien, ¿por qué es tan tan fácil odiar a la otra persona? ¿Por qué hay tantas envidias? ¿Por qué?
Tras dos años, doy por concluida al 100% mi relación con este elemento. Es el primer bastardo de una larga lista de bastardos que os iré presentando -no solo hombres. También tengo bastardas-.
Este tipo de cosas hacen muy fácil el odio porque sólo pueden traicionarte los amigos. Es especialmente doloroso que alguien que ha formado parte de tu vida te haga daño, sobre todo si es deliberado, porque la sensación de bajeza es mucho mayor y, además, te queda el regusto de que el gilipollas has sido tú, que les has dejado entrar en tu vida...
ResponderEliminarLa verdad es que si. Una vez pasan estas cosas, cabe preguntarse cómo has dejado entrar a alguien así en tu vida.
ResponderEliminar¡Menos mal que de todo se aprende!